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¡Ya dimos el primer paso!¡Concluimos nuestra asamblea de pastoral!


Concluimos la Asamblea de Pastoral en la etapa parroquial, tres días de oración y trabajos en donde participaron un aproximado a los 60 agentes de nuestra comunidad parroquial sirvieron para revisar el trabajo hecho durante el año 2019 que está por terminar, además de conocer de cerca la realidad parroquial en las tres periferias existenciales prioritarias que son la Familia, los Jóvenes y el Tejido Social.


Experiencia enriquecedora:



Con la revisión de nuestras metas parroquiales fijadas para este años 2019, la unidad parroquial y la formación de agentes, se asienta que se ha trabajado a través de la Escuela de Kerigma en donde participan evangelizadores y agentes; además de la Escuela Bíblica con la participación de laicos comprometidos que trabajan en otras áreas de la pastoral parroquial.


Ciertamente hace falta mucho por trabajar en este tema, razón por la cual resultaron los retos de los mismos agentes, uno de ellos es con relación a la unidad parroquial, tener la disposición, esforzarnos por cumplir los compromisos que adquirimos de manera voluntaria.


Con relación a la formación de los agentes se determino que todos debemos tomar conciencia de la importancia de la formación para brindar una mejor atención en los trabajos pastorales, en este caso, las periferias existenciales.



La experiencia enriquecedora del primer día fue la relacionada a la Iglesia en Salida, un tiempo para observar las realidades de las 18 colonias que conforman nuestra parroquia, tiempo de conocer de qué hablan las personas, qué preocupaciones tienen, en qué se afirma la vida, qué estados de ánimo percibimos en nuestros vecinos, en fin, un estudio que motivó a los participantes en la asamblea para lograr el compromiso de trabajar por aquellos que se alejaron de la vida de la iglesia en la parroquia y cómo hacer para que se sienta parte de ella.


Como rostros sufrientes se acentuó la situación que viven los jóvenes, la inseguridad en las calles, la dificultad de acceso a algunas colonias, la separación y el distanciamiento entre familias, la ausencia de personas (sólo van a sus casas a dormir), algunas personas son practicantes de ocasión en nuestra iglesia, gente enferma y discapacitada que se encuentra sola o en situaciones de pobreza extrema, se vive una marcada indiferencia social, personas que se sienten abandonadas por la iglesia y por las autoridades civiles, problemas fuertes de drogadicción y alcoholismo, gente que tiene miedo de salir a la calle y muchas casas solas, abandonadas, así como terrenos sucios enzacatados, signo del abandono que han dado sus propietarios.


Ante esto, los retos fueron muchos los que presentaron los mismos asistentes y a través del método participativo que se nos propone por parte de nuestro Pastor en la Arquidiócesis de Guadalajara, el Cardenal José Francisco Robles Ortega, se logró acentuar que además de las acciones pastorales de la parroquia, los sacerdotes deben de convivir aún más con las familias del territorio parroquial.


Trabajar sin temor y confiar en Dios



El segundo día de actividades comenzó con la iluminación, el encuentro de Dios con Moisés, a través de la zarza ardiente, y el envío que le hace Dios para que libere a su pueblo, Israel, de la esclavitud de Egipto, nos ha puesto a pensar en las acciones que se deben de hacer en la comunidad parroquial para dar respuesta a esos rostros sufrientes que nos encontramos. Se determino que es tiempo de servir a las familias de nuestra parroquia, de escuchar a los jóvenes y de participar activamente para trabajar juntos ante el tejido social en crisis que se nos presenta.


Compromiso definido




Como parte de los trabajos en el último día de nuestra asamblea parroquial se definieron las metas a trabajar en cada una de las periferias existenciales prioritarias (Familia, Jóvenes y Tejido Social en Crisis) para este año 2020 y el tiempo que dure la Gran Misión de la Misericordia en nuestra Arquidiócesis de Guadalajara.


Nos ha quedado claro que debemos de ir a las familias, de las 18 colonias de la parroquia, formando grupos de barrio en donde la participación de los padres de familia (papá y mamá) sea prioritaria y en donde participen activamente los sacerdotes y los agentes de pastoral con el objetivo de dar cada uno la importancia al servicio pastoral que se nos propone, con los documentos que se ofrezcan en nuestra Arquidiócesis.


Para los jóvenes, nos queda en claro, el primer paso será escucharlos y para eso se convocará a través de torneos deportivos, exposición de películas, eventos culturales, utilizando varios medios, entre ellos la tecnología. La meta será crear grupos de jóvenes para fortalecer una pastoral juvenil que en estos momentos no ha tenido respuesta de ellos (los jóvenes) a pesar del trabajo e iniciativas que se han tenido por parte de los sacerdotes (Pascual Juvenil, Paseo a Tapalpa, etc.). Será necesario que nuestros agentes que trabajan en la catequesis, como catequistas (Adolescentes y jóvenes) se involucren de una manera más activa, sin dejarlos solos todos los que estamos jóvenes de corazón pero que ya tenemos una edad más avanzada.


Y finalmente, la propuesta para trabajar el Tejido Social en Crisis de nuestra parroquia, se ha aceptado la formación e información a los grupos pastorales para organizar, principalmente los grupos de barrio, con el acompañamiento de nuestros sacerdotes a través de visitas a estos grupos y propiciar con esto la convivencia que se acentuaba el segundo día de actividades.


Las metas están definidas, el trabajo pastoral para los sacerdotes y agentes de pastoral sin duda que será arduo, ahora esperamos la respuesta de todos para hacer de nuestra parroquia San José Obrero de Tala, la Iglesia que viva de cerca esta Gran Misión de la Misericordia.

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